PENTECOSTÉS Y SAN ROMERO DE AMÉRICA

23.05.2015 13:01
 
Leyenda de foto: P. Juan Vives Suriá, presidente de FUNDALATIN, 
en la masacre de los funerales de monseñor Romero. San Salvador, 20 de marzo de 1980.
 
 
El teólogo brasileño Marcelo Barros explica la celebración de este domingo 24.05.2015: “Pentecostés, una palabra griega que significa “los 50 días de la Pascua”. En esa fiesta se hace memoria de la venida del Espíritu sobre las discípulas y los discípulos de Jesús. Es el Espíritu Divino que nos abre el camino de la unidad entre los cristianos y al diálogo con todas las religiones y tradiciones espirituales. Él se revela presente en los procesos sociales y políticos que buscan la transformación del mundo y nos enseñan a escuchar los gritos de la Madre Tierra. Al celebrar la venida del Espíritu, las Iglesias proclaman que ese mundo, aun con todas las enfermedades y problemas, está preñado de la presencia divina”. (Barros M. El grito de la Tierra. Correo del Orinoco. 17.05.2015).  En 2015, Pentecostés se festeja con la canonización de un obispo quien hizo presente al Espíritu Santo en la historia de su pueblo.
 
 
 
En comunicado durante su funeral, el clero, las religiosas y religiosos de la Arquidiócesis de San Salvador divulgan: “Ante el altar de Dios, el lunes 24.03.1980, a las 6:25 de la tarde, después de haber anunciado durante tres años el Reino de Dios, cayó monseñor Romero asesinado por quienes no quieren la paz, cimentada en la verdad y en la justicia…y tras haber predicado que la vida ofrecida por los demás es prenda segura de resurrección y de victoria, sella martirialmente una vida de profeta, de pastor, de padre de todos los salvadoreños, especialmente de los más necesitados”. Los colegas obispos asistentes al funeral declaran: “Monseñor Romero fue un hombre profundamente religioso y fiel seguidor de Jesús. Un hombre de oración, de humildad sincera, de pureza de corazón, de amor entrañable a sus hermanos. Esa claridad humana y cristiana la puso al servicio de su ministerio episcopal y la situación difícil en que tomó posesión de la Arquidiócesis de San Salvador le hizo madurar y crecer en ese seguimiento de Jesús. Con sangre de mártires y con el dolor del pueblo comenzó su ministerio; y esa sangre y ese dolor le convirtieron en el Pastor Fiel y comprensivo que nunca abandonó a sus ovejas, que les prestó su voz y que dio su vida por ellas”. (Declaración de Obispos: M. Mc Grath, Panamá; L. Méndez, Brasil; L. Proaño, 
Ecuador; S. Médez, México; G. Flores, Guatemala; E. Casey, Irlanda; L. Bambaren, Perú; A. Iniesta, España; O. García, Guatemala; J. O’Brien, Inglaterra; A. Rivera y Damas, El Salvador; M. Ruiz, Ecuador; J. Brufau, Honduras; Firmado en San Salvador. 20.03.2015). 
 
Movidas por el Espíritu, muchas personas representantes de comunidades del mundo asistieron al funeral. El P. Juan Vives Suriá, presidente de la Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social FUNDALATIN, constató la masacre vivida por la población asistente el 30.03.1980. Se divulgó ampliamente una foto en la cual Vives atendía en plena Catedral de El Salvador a pobladores abaleados. 
 
El reconocimiento a Romero, que se realiza el 23.05.2015 en San Salvador, mediante la canonización aprobada por el latinoamericano Papa Francisco, refuerza el Espíritu Divino en quienes con la alegría del evangelio, construyen la paz, cimentada en la verdad y la justicia.