MARTIRIO HUMANO Y RECONCILIACIÓN CON LA MADRE TIERRA

26.04.2014 12:21
 
La conmemoración del día internacional de la Madre Tierra, 22.04.2014, en medio de 
 
tensiones bélicas, serios peligros para la vida del ser humano en el planeta y comisiones de 
 
verdad y paz en Venezuela, coincide con la 16a conmemoración del martirio del obispo Juan 
 
Girardi, miembro de la comisión de reconciliación de Guatemala, asesinado un 26.04.1998.
 
Como nunca antes, la interacción entre la vida humana y la del Planeta resulta especialmente 
 
relevante. Pareciese necesario, tomar conciencia planetaria, no sólo de la necesidad de 
 
reconciliación entre las personas, en sus conflictos locales e internacionales, sino también 
 
entre el ser humano y su Casa Común: la Madre Tierra. 
 
El obispo mártir Girardi ofreció su aporte a la reconciliación entre la gente en medio una 
 
Guatemala que padeció una guerra interna de 36 años. Según el episcopado guatemalteco 
 
(www.iglesiacatolica.org.gt), “entre 1980 y 1983 cientos de catequistas y directivos de 
 
las comunidades cristianas, casi todos mayas, fueron asesinados.” En 1988 formó parte 
 
de la Comisión Nacional de Reconciliación. Crea la Oficina de Derechos Humanos del 
 
Arzobispado. E impulsa el proyecto interdiocesano REMHI (Recuperación de la Memoria 
 
Histórica), “convencido de que la paz y la reconciliación se lograrían solamente conociendo 
 
la verdad. La presentación de los resultados de REMHI. Guatemala Nunca Más tuvo lugar el 
 
24 de abril de 1998; el 26 de abril de 1998, Monseñor Juan Gerardi muere asesinado”.
 
Por otra parte, la Asamblea General de la ONU, con la presidencia del sacerdote Maryknoll, 
 
nicaragüense Miguel d’Escoto y la participación de Evo Morales, presidente de Bolivia, 
 
proclama (22.04.2009) el Día internacional de la Madre Tierra. Alli Leonardo Boff plantea 
 
en su discurso: “Para sentir a la Tierra como Madre no es suficiente la razón dominante, que 
 
es funcional e instrumental. Necesitamos enriquecerla con la razón sensible, emocional y 
 
cordial en donde se enraíza el sentimiento profundo, se elaboran los valores…Tenemos que 
 
cambiar nuestras mentes, nuestros corazones, nuestro modo de producción y de consumo, si 
 
queremos tener un futuro de esperanza. La solución para la Tierra no nos va a caer del cielo, 
 
sino que será el resultado de una coalición de fuerzas en torno a una conciencia ecológica 
 
integral, unos valores éticos, unos fines humanísticos y un nuevo sentido de ser. Sólo así 
 
honraremos nuestro Hogar Común, la Tierra, nuestra grande y generosa Madre.” 
 
El testimonio de Girardi y el clamor de la gente de buena voluntad en el Día de la Madre 
 
Tierra, convocan a una toma de conciencia necesaria para abordar los conflictos locales y 
 
mundiales con sentido ético a fin de lograr la reconciliación imprescindible en este Cambio 
 
de Época, hacia un futuro de Paz con verdad, justicia y cuidado de la obra de la creación.