LATINOAMERICA CRUZ Y PASCUA DE SUS PUEBLOS CRUCIFICADOS

19.04.2014 12:24
 
En la República Bolivariana de Venezuela continúa el diálogo convocado por el Presidente y 
 
el gobierno el 10.04.2014, con el apoyo de la Unión de Naciones Suramericanas UNASUR y 
 
Aldo Giordano, Nuncio del Papa Francisco. En el marco de la Constitución de 1999. 
 
Abril, resulta significativo al conmemorarse los sucesos independentistas de 1810 con el acta 
 
redactada con el concurso del teólogo de la emancipación Juan Germán Roscio Nieves y el 
 
viacrucis del pueblo venezolano (2002), cuando su Constitución, sepultada por un golpe de 
 
estado, es recuperada popularmente con su presidente, para preservar el camino de paz. 
 
En las procesiones de Semana Santa, la población latinoamericana y caribeña suele 
 
identificarse más con el Nazareno crucificado, que con Jesús Resucitado. Pues tanto a nivel 
 
personal como social la historia de opresión se hace sentir. Con invasiones, dictaduras 
 
militares de los años 1970 y 80 y opresivos cercos económicos neoliberales todavía vigentes. 
 
Como dice el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, se generaliza la visión descrita en el libro 
 
de Job: “La doctrina es clara: la pobreza y la enfermedad que sufre Job son un castigo a 
 
sus faltas. Negar esta verdad es pretender llevar la razón contra Dios” (4.17). La primera 
 
obligación de Job, por consiguiente, es reconocer su culpa y pedir perdón a Dios por 
 
ella…apelación a la conversión que Job desoye, porque no encuentra en si materia culpable”. 
 
Doctrina que “Resulta cómoda y tranquilizadora, además, para quien posee grandes bienes 
 
en este mundo, al mismo tiempo que logra una resignación con sentido de culpa a quien 
 
carece de ellos…que ve en la riqueza un premio de Dios al hombre honesto y trabajador 
 
y en la pobreza un castigo al pecador y al ocioso…la ideología del sistema capitalista se 
 
sirvió de este esquema doctrinal primero abiertamente y al presente en formas más sutiles 
 
para justificarse religiosamente”…A quienes defienden esta doctrina, cuestionará Job: 
 
“¿Intentan defender a Dios con mentiras e injusticias?.”.(Gutiérrez G: Hablar de Dios desde 
 
el sufrimiento del Inocente. Ediciones Sígueme 2006).
 
Esta doctrina justificadora de las injusticias sociales se mantiene históricamente. En 
 
este sentido Jon Sobrino, uno de los teólogos salvadoreños de San Romero de América, 
 
plantea que Jesús no vino predicar la resignación de los oprimidos frente a la cruz, sino 
 
a superar todas las cruces opresoras que impiden la vida en abundancia compartida en el 
 
seguimiento trascendente de Jesús Liberador: a bajar de la cruz a los pueblos crucificados. 
 
La respuesta del Dios Padre no fue la indiferencia frente al sufrimiento del “¿por qué me has 
 
abandonado?” sino lo que se conmemora el domingo: la Pascua de Resurrección. 
 
Desde América Latina en transformación, con modelos democráticos incluyentes, con 
 
diálogos como el planteado en Venezuela con apoyo interreligioso y el saludo del Papa 
 
Francisco, pese a las amenazas a la vida del planeta por la ambición de los poderosos se 
 
refuerza la esperanza trascendente. Con intensa respuesta de las comunidades de buena 
 
voluntad, unidas a los gobiernos responsables del mundo para, bajando de la cruz a los 
 
pueblos crucificados, darse el saludo pascual. Con Jesús resucitado. Aleluya.