ETICA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA FRENTE AL CONTRABANDO
30.08.2014 14:15
La discusión realizada en Venezuela para enfrentar el contrabando, en especial de los
productos de la dieta básica alimenticia, tiene, desde la perspectiva ética del desarrollo, una
gran importancia, sobre los caminos a asumir desde una América Latina en transformación
para superar el libre mercado todavía vigente y que tanto daño hacen a la humanidad.
Desde la perspectiva de la Organización de Naciones Unidas y su organismo especializado
la FAO, la seguridad alimentaria es un concepto que hace énfasis en la disponibilidad de
alimentos suficiente para toda la población durante todos los días del año.
Concepto asumido como política a seguir para lograr el desarrollo desde una perspectiva
ética. No sólo con el criterio de crecimiento económico. Sino tomando en cuenta la calidad
de vida de la población. Hay países que crecen económicamente, pero que pueden tener
indicadores muy bajos de desarrollo humano medido por la salud, la educación y el ingreso
de la población, como mide el índice de desarrollo humano de los informes del PNUD.
Por otra parte, la soberanía alimentaria es un concepto que hace énfasis en la capacidad de
producción interna de alimentos para satisfacer las necesidades de la población.
En este sentido, asumir la seguridad alimentaria de un país puede hacerse con producción
propia de alimentos, o con apoyo adicional de alimentos importados.
En el mundo globalizado actual, la producción propia de alimentos tiene obstáculos a
considerar en especial por las semillas transgénicas, las cuales tienen permanentemente
que importarse a las transnacionales. En este sentido, el Acuerdo de los Pueblos, realizado
por movimientos populares en abril de 2010 en Cochabamba, Bolivia, considera como
soberanía alimentaria al derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras,
agua y la producción de alimentos, garantizando, a través de una producción en armonía
con la MADRE TIERRA, local y culturalmente apropiada, el acceso de los pueblos a
alimentos suficientes, variados y nutritivos, en complementación con la MADRE TIERRA y
profundizando la producción autónoma (participativa, comunitaria y compartida) de cada
nación y pueblo.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Artículo 305) declara: El estado
promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral y
en consecuencia garantizará la seguridad alimentaria; entendida como la disponibilidad
suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente de
estos por parte del público consumidor.
Desde la perspectiva neoliberal, de libre mercado a ultranza, se considera que no debe
haber límite al libre tráfico de productos, incluidos los alimenticios. Así el problema de
contrabando no existiría. Salvo, claro barreras de distinto tipo que pueden impedir uno u otro
flujo, muchas veces con criterios comerciales más que sanitarios. Pero se impide el paso de
personas que busquen empleo cruzando fronteras. Para eso hay muros hasta físicos.
En la perspectiva ética del desarrollo lograr la seguridad y soberanía alimentaria, como
la planteada requiere un amplio concierto de voluntad ética común. Pues de nada sirve
una producción e importación pública o privada de alimentos si los productos de calidad,
planteados a precios accesibles, son usados como instrumento de lucro por mafias
delictuales. No se trata sólo de un problema partidista, sino de un gran problema ético
común, el cual debe ser tratado con conciencia planetaria y sentido de igual dignidad, igual
protección e igual justicia en la visión de desarrollo humano y sustentable.