ETICA Y DIÁLOGO ANTE LOS CONFLICTOS EN VENEZUELA
31.05.2014 12:08
La democracia venezolana, basada en su constitución de 1999, se ha tendido a presentar
como una dictadura por algunos sectores de la oposición. Se aduce que no hay separación de
los poderes del estado. Sin embargo, existen sectores opositores quienes democráticamente
respetan las reglas de juego aprobadas en la constitución: aparte del poder Ejecutivo
(Nacional y regional) y Legislativo, cuya composición es decidida mediante elecciones, los
otros poderes: Electoral, Judicial y Ciudadano, son elegidos por la Asamblea Nacional.
La oposición extrema plantea la no participación legal. Llamaron así a no participar en
las elecciones legislativas para, a su juicio, no legitimar los otros poderes del Estado.
Esta actitud, reconocida como error político por sectores democráticos de oposición,
sigue planteando salidas distintas a las constitucionales. Sin embargo, las instituciones
democráticas siguen actuando. Lo cual genera fuerte controversia, pues, los errores que se
cometen en el camino de transformación constitucional, que podrían corregirse con más
y mejor democracia, se magnifican aduciendo que tanto el Consejo Nacional Electoral
CNE, como el Tribunal Supremo de Justicia, como la Defensoría del Pueblo no deben ser
reconocidos. Y por ende, las elecciones impulsadas por el CNE y el resultado de la consulta
popular: el actual Presidente Maduro.
Desde el 12.02.2014, la tensión de la conflictividad ha devenido, de protestas pacíficas,
derecho establecido en la constitución, en actos delincuenciales. Los informes de la
Defensoría del Pueblo y la Fiscalía registran 42 asesinados, 10 de ellos funcionarios de
seguridad de estado, 23 por armas de fuego, 873 lesionados, 224 privados de libertad. Hay
funcionarios enjuiciados por procedimientos indebidos en relación a los derechos humanos.
Frente a la tensión, el gobierno, con el apoyo de UNASUR y del Nuncio del Papa Francisco,
establece un espacio de diálogo para el tratamiento de conflictos en función de la paz.
Dialogo político interrumpido por ausencia de los representantes de oposición. UNASUR y el
Nuncio intentan descongelarlo.
No es esta la única iniciativa. A instancias del diálogo se constituye un Consejo Nacional
de Derechos Humanos con participación de Amnistía Internacional, Red de Apoyo por la
Justicia y la Paz y FUNDALATIN. Se eligieron, con amplia mayoría opositora reconocida
por el cuestionado CNE, dos alcaldes destituidos por el Tribunal Supremo de Justicia. Se
convocan diálogos entre el gobierno y los empresarios para superar las limitaciones de
la producción y ofrecer alternativas responsables frente al uso de las divisas. Se generan
diálogos entre gobernadores y alcaldes con el Ejecutivo en función de la seguridad. Se hace
una Consulta Nacional por la Calidad Educativa. Se establecen diálogos interreligiosos en
Sinagogas, Templos Islámicos y Cristianos. Los avances realizados mediante las misiones
en salud, educación, vivienda, requieren fortalecerse superando problemas existentes como
la inseguridad, la corrupción y la mejora de la producción. Retos que actualmente se intenta
asumir esperanzadoramente mediante el diálogo con sentido ético y en función de la paz.