DESARROLLO Y BUEN VIVIR CONTRA LA POBREZA
21.06.2014 18:38
La Cumbre del grupo de los 77 mas China, realizada en Santa Cruz, Bolivia, resultó
un espacio de profunda reflexión ética sobre el estilo de desarrollo mundial y el aporte
imprescindible a impulsar por los 133 países miembros, más China y los movimientos
sociales, para salvar a la humanidad del rumbo depredador actual.
Como señala el Presidente de Bolivia en su inauguración, el 15.06.2014, debido a la codicia
del capitalismo, “los derechos de los pueblos están en peligro, la promesa de igualdad de
justicia planetaria está, cada vez, más lejana y la existencia de la naturaleza es amenazada por
la extinción. Hemos llegado al límite y tenemos que tomar acciones mundiales, conjuntas,
para salvar la vida a la humanidad y a la Madre Tierra”, explicó. “Existe una manera
injusta de concentrar la riqueza y una forma depredadora de destruir la naturaleza, estas han
generado una crisis estructural que se vuelve insostenible en el tiempo. Identificó a la crisis
como financiera, energética, climática, hídrica, alimentaria, institucional y de valores. “Es
una crisis de la civilización capitalista que afecta, especialmente a los pueblos del sur”.
Morales explicó que gracias a la lucha de los movimientos sociales, “traducida en una
revolución democrática y cultural, en Bolivia se construye una realidad donde priman el
equilibrio, la complementariedad, el consenso de la identidad propia y del vivir bien”.
Están presentes en estas reflexiones, los criterios de desarrollo asumidos en los países. Que
vienen desde el crecimiento a cualquier precio, con máxima rentabilidad y mínimo costo,
con base a la competencia y a la no responsabilidad de los Estados en la economía -como
se plantea en el modelo neoliberal, fondomonetarista- frente a los criterios de desarrollo
humano y sustentable, con responsabilidad social y frente a la Madre Tierra.
Así, pese a la tensión interna y a la masiva divulgación contraria comunicacional, el camino
constitucional de cambio asumido en Venezuela, según plantea Elías Eljuri, presidente del
Instituto Nacional de Estadística, a pesar de los problemas de inflación y de escasez, así
como la corrupción y la inseguridad que persisten y requieren superarse, ha logrado bajar
los niveles de pobreza medida por necesidades básicas insatisfechas. Se logran mejoras en
acceso a la educación, disminución del hacinamiento en los hogares y viviendas sin servicios
básicos. Bajando la pobreza de 10,8% en 1999 a 5.5% en 2013.
Lograr estos cambios democráticos pacíficos a nivel mundial con integración solidaria, se
refuerza con el lapidario juicio ético del Papa Francisco expresado en reciente entrevista,
luego de su histórica sesión de oración por la paz con los presidentes de Israel y Palestina en
el Vaticano el 12.06.2014: “Creo que estamos en un sistema mundial económico que no es
bueno. En el centro de todo sistema económico debe estar el hombre, el hombre y la mujer,
y todo lo demás debe estar al servicio de este hombre. Pero nosotros hemos puesto al dinero
en el centro, al dios dinero. Hemos caído en un pecado de idolatría, la idolatría del dinero”.
Juicio ético que refuerza la necesidad del cambio global, hacia un desarrollo humano,
responsable y del buen vivir como construcción de la paz duradera.