CEBS ESPERANZA HACIA OTRO MUNDO POSIBLE

23.08.2014 14:12
 
Desde una América Latina en transformación, con aportes sociales reconocidos y muchos 
 
peligros en medio de las tensiones internas y la crisis mundial, las Comunidades Eclesiales de 
 
Base de Venezuela, luego de tres días de su VI Encuentro Nacional con 485 personas en San 
 
Antonio de los Altos, Estado Miranda, divulgan su declaración final el 10 de Agosto 2014. 
 
Frente a la situación nacional, rechazan la guerra económica que se expresa en el 
 
desabastecimiento, motivado al acaparamiento, la especulación, el contrabando que 
 
amenazan la paz y la tranquilidad del Pueblo. Exhortan al sector privado y al Estado a 
 
continuar en la búsqueda de soluciones. Valoran el trabajo mancomunado de religiosas, 
 
sacerdotes y laicos que junto a las comunidades luchan por la dignificación del pueblo. 
 
En actitud crítica constructiva rechazan los altos índices actuales de inseguridad y la muerte 
 
de jóvenes en manos de otros jóvenes principalmente provenientes de los sectores populares 
 
que llenan de dolor y sufrimiento a las familias venezolanas. Exigiendo tanto al Estado como 
 
a la sociedad a continuar con los esfuerzos para contrarrestar y transforma esta realidad. 
 
Con conciencia planetaria manifiestan su total rechazo al genocidio que perpetra el Estado 
 
de Israel contra el Pueblo de Palestina. Apoyan toda acción orientada a conseguir la Paz 
 
del Pueblo Palestino. Así mismo rechazan los gritos de guerra como medio de solución, sin 
 
considerar el daño moral, ético, y comunitario de los Pueblos empobrecidos y se solidarizan 
 
con los Pueblos de África Occidental, que padecen en la actualidad las consecuencias de la 
 
epidemia Ébola. 
 
Expresan su misión: “Siendo semillas de esperanzas dentro de las comunidades en 
 
Venezuela, asumiendo compromisos de amor y fraternidad, fortalecidos en la vida por medio 
 
de la formación tomada desde nuestras raíces, basadas en la Palabra viva de nuestro hermano 
 
mayor, Jesús. Estamos llamados y llamadas a construir un mundo ecuménico, creativo y 
 
multiplicador. Somos profetas inspirados en llevar la Buena Nueva tratando de acabar la 
 
confusión y la división, anunciando y defiendo lo bueno, denunciando lo injusto, enmarcado 
 
desde lo social, político, económico, religiosa y cultural. Somos portadores del Dios de la 
 
vida y no del fanatismo. Vamos a la escucha paciente del Pueblo, todo con la presencia del 
 
Espíritu Santo. Estamos dispuestos y dispuestas a ir al encuentro de los demás con Jesús, 
 
conocer la realidad propia de los Pueblos para abrir las manos y el corazón hacia ellos. 
 
Reconocemos la presencia liberadora del Dios de la vida, constituyéndonos en una forma 
 
diferente de ser Iglesia en la Base.” 
 
Misión esperanzadora con visión ética en el seguimiento de Jesús, ecuménica, con diálogo 
 
interreligioso, como aporte a una iglesia de la liberación, que opta por el pobre, contra la 
 
pobreza en función de la vida, los medios de vida y la libertad hacia otro mundo posible.